el sanatorio de agramonte

El Sanatorio de Agramonte es como la casa de los espíritus, se ha convertido en un referente nacional de los aficionados al esoterismo. El Sanatorio de Agramonte se ha convertido en un templo para los amantes del más allá.Tras tres décadas en desuso, el centro creado en su día para personas con tuberculosis y enfermedades pulmonares está rodeado de misterio. Durante los últimos años, el complejo es objeto de investigaciones paranormales y de ceremonias de magia negra. Las reuniones en búsqueda de manifestaciones del más alla se repiten insistentemente, principalmente por las noches. El antiguo hospital se ha convertido en un referente nacional para los aficionados al esoterismo. En algunos foros de internet, Agramonte aparece como "un lugar conocido por muchos estudiosos del tema, como German de Argumosa (profesor universitario)" y en el que se han logrado "sicofonías e imágenes fantasmales mediante fotografías".
Tumbas profanadas, en estas páginas se da cuenta de grabaciones con frases como: "¿Y yo que hago aquí?" o "¡Marchaos!". Junto a estos testimonios, aparecen convocatorias para quedar en este lugar, "con instrumental adecuado videocámara, cámara fotográfica y una grabadora de audio", y seguir buscando sonidos e imágenes de ultratumba. La cita más reciente la realizó un aficionado de Madrid el primer fin de semana de octubre.
Por otro lado, el año pasado se descubrió que algunas tumbas del cementerio habían sido profanadas. Algunos apuntaron a que se trataba de magia negra, sin embargo en la zona se creyó que la necrópolis podía haber sido objeto de ladrones que buscaban en las cajas algún anillo o colgante de los fallecidos. Para evitar la repetición de estos sucesos, se decidió trasladar los restos al cementerio de San Martín.

El misterio de este edificio tampoco ha pasado desapercibido a los amantes del cine de terror. El año pasado se rodó en este escenario algunas localizaciones de una película de miedo y es un lugar recurrente para cineastas noveles que buscan ideas para un corto.

El sanatorio se construyó en la década de los años 30 como un centro dirigido a personas con enfermedades pulmonares y tuberculosis. Tras dejar esta actividad, la propietaria decidió donar el edificio en 1979 al Ayuntamiento de Tarazona, que desde entonces busca una iniciativa privada para darle un nuevo uso.

En estas décadas se han planteado diversas utilidades para este edificio como convertirlo en un centro de interpretación, un aula de naturaleza o una hospedería. Sin embargo, ninguna ha llegado hasta el momento a buen fin. Mientras, el edificio ha sido objeto de hurtos y gamberrismo y no sólo ha servido de cobijo para okupas y jóvenes atraídos por el misterio, ya que también ha resguardado del frío y la lluvia a rebaños de ovejas y caballos.